Hago una reflexión sobre el ejercicio periodístico y su impacto en la sociedad, mencionando además algunos ejemplos de iniciativas digitales que trascienden el comentario superficial y brindan una investigación más profunda de los hechos.
Por: Martín Higueras ([email protected])
¿Cuál es el periodismo que realmente necesita una sociedad? Nuestra vida transcurre junto a la realidad que nos rodea y esta realidad se refleja a través de los medios de comunicación que, ojo, no son necesariamente de contenido periodístico.
Una de las características de los periodistas es que estamos constantemente pensando en clave informativa y eso, lejos de ser una desventaja –algunos creerían que se transforma en una obsesión– solo nos recuerda en cada momento el papel fundamental que juega esta profesión en una sociedad libre y democrática como la peruana.
El hecho es el siguiente: ¿los periodistas conscientes del efecto que podemos provocar y de la responsabilidad que rodea nuestra profesión? Tal vez la pregunta sería injusta si no recordáramos los cambios que ha experimentado la profesión. Ahora, con la omnipresencia de las redes sociales, los periodistas están más presentes como influencers que como informadores, lo que resulta a la larga un enorme problema.
No hace falta sino darse una vuelta por el Twitter y buscar la actividad de los periodistas más conocidos para la opinión pública y los que más seguidores tienen. Además de dar informaciones, que lo hacen, también se convierten en líderes de opinión que, alejados de sus columnas en páginas impresas o digitales, participan en el acontecer diario del país. Su éxito –o tal vez debería escribir «éxito»– no se mide, en estos casos, por el nivel argumentativo de sus opiniones, sino por los retuits o por los comentarios que aprueban su posición. ¿Sólo eso? Para nada. Su presencia en las redes sociales también destaca por los enfrentamientos que «logra» con sus seguidores o, mejor dicho, sus detractores quienes, como leones frente a su presa, buscan el menor error para lanzarse a su cuello.
Para ser sincero, esto último sólo generaliza la situación. Afortunadamente tenemos buen periodismo en Perú y, si me permiten, incluso muy bueno. Lo notamos cuando comprobamos el buen nivel de investigación de algún reportaje en los programas dominicales, o en la esperanzadora ola de periodistas investigadores quienes, seguramente cansados por la poca importancia que le dan los medios tradicionales al periodismo de largo aliento, han preferido migrar hacia plataformas digitales que, más allá de limitarlos, les abre un abanico de posibilidades para desarrollar el periodismo de investigación con novedosos lenguajes periodísticos. Ejemplos claros son las experiencias de Convoca y Ojo Público, dos propuestas muy interesantes.
Prueba de esto último es lo que ha estado ocurriendo en torno al caso Odebrecht, lo que no sólo ha provocado un sismo a nivel político, económico y social, sino también ha representado un reto inmenso para los profesionales de la información por la enorme cantidad de información. Es justamente en Internet donde más y mejor se están destacando, poniendo a prueba la nueva corriente del periodismo de datos. Esto lo vemos en Convoca con una buena cantidad de piezas periodísticas.
Sin exagerar, se trata de una bocanada de esperanza para los que nos dedicamos a esto y para los que vemos a jóvenes estudiantes en la carrera de Comunicación y Periodismo con ganas de destacar con argumentos serios y periodísticos.
Es entonces que podemos afirmar, sin miedo a equivocarnos, que el periodismo, bien entendido y bien ejercido, forma parte esencial de una sociedad, toda vez que informa y explica lo que ocurre a nuestro alrededor, con una enorme responsabilidad al ejercer control frente a los que nos gobiernan y a las instituciones.
Finalmente, nuestros amigos Kovach y Rosenstiel tenían razón: «los periodistas deben ejercer un control independiente del poder«.
(Imagen tomada de http://elucabista.com/2017/03/17/elabora-una-investigacion-periodistica-que-marque-un-hito-social/)