La nueva realidad que vivimos a causa del COVID-19 no puede detener nuestro desarrollo como sociedad. Por ello, entidades científicas y de investigación han iniciado una carrera contra el tiempo para hallar una vacuna contra el virus. En este camino, las universidades son un frente de lucha y destacan en esta competencia donde, quien gane, será la población mundial.

En estos tiempos de pandemia, el aporte de las universidades desde la investigación y el desarrollo es crucial. En lo que respecta a la creación de una vacuna contra el COVID-19, universidades de todo el mundo están tomando un rol líder en esta búsqueda.

A la cabeza, la Universidad de Oxford de Reino Unido se encuentra en la fase de prueba humana de su propuesta. Asociada con la farmacéutica AstraZeneca, esta universidad ha creado una vacuna a base de un virus derivado del resfriado común (ChAdOx1) que causa infecciones en los chimpancés. Este ha sido modificado genéticamente con una proteína del coronavirus para forzar a las células inmunitarias del cuerpo a producir anticuerpos específicos. En fases previas, la Universidad de Queensland en Australia se encuentra en las primeras pruebas de su vacuna, desarrollada a base de una glicoproteína vírica estabilizada. Otras universidades que vienen investigando vacunas para el COVID-19 son las de Japón, China, Canadá, Estados Unidos, entre otros países

Pero las universidades no solo aportan conocimiento en la búsqueda de la vacuna. También se observan iniciativas de impacto mundial en pro de la información y la difusión de la misma. Tal es el caso de la Universidad Johns Hopkins de Maryland, Estados Unidos, cuya área de Ingeniería ha creado un mapa interactivo online que permite conocer la cantidad de casos y víctimas del COVID-19 que hay en cada país. Este se actualiza con datos de la Organización Mundial de la Salud, de los Ministerios de Salud de los países y de informes de prensa. Otro ejemplo es el de la Universidad de Costa Rica que, a través de una iniciativa propuesta por su gobierno, impulsó la creación de una plataforma de la OMS llamada Repositorio de Derechos del COVID-19, donde se incluyen los aportes que cada país genera. A la fecha cuenta con el apoyo de 36 países miembros de la organización.

En cuanto a la prevención del virus, la Universidad de Arizona, en Estados Unidos, destacó con un proyecto que estuvo trabajando de cara al retorno de su alumnado al campus. Basados en la epidemiología de las aguas residuales de ciudades como Nueva York, Los Ángeles y Seattle, crearon una prueba que detecta el virus en la comunidad y se obtienen resultados tan sensibles que identifican el número de contagios a razón de 1 hasta por cada 10 mil personas. Sea un perfil sintomático o asintomático, la prueba permite tomar medidas de prevención de contagio en los primeros días del diagnóstico, lo que detiene la expansión del virus. Desarrollado por el doctor Ian Pepper, microbiólogo ambiental de la Facultad de Agricultura y Ciencias de la Vida (CALS), y el equipo del Centro de Tecnología Sostenible de Agua y Energía (WEST) de la universidad, la prueba ha ayudado a la universidad a detener un posible brote de coronavirus en su campus antes de que inicie para que sus alumnos sigan desarrollando sus clases con normalidad, seguridad y salud.

En Perú, la participación de las universidades en campos de investigación y desarrollo en el contexto de la pandemia se está fortaleciendo con el apoyo del Estado, lo que se ve reforzado en las iniciativas de apoyo económico del Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (CONCYTEC). La entidad ha destinado fondos para financiar proyectos en áreas ligadas a la lucha contra el COVID-19 y las universidades están aplicando a ello investigando y generando iniciativas en diversos campos de la ciencia y la salud. 

Por su parte, la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas, en alianza con diversas instituciones, direcciones nacionales y universidades privadas, trabaja en proyectos de desarrollo e investigación. Entre ellos, uno que busca desarrollar pruebas moleculares que detecten el COVID-19 de manera más rápida y económica, otro enfocado en la obtención de moléculas con potencial farmacológico para el tratamiento o la cura del COVID-19 y otro que trabaja en la implementación de un importante laboratorio de biología molecular enfocado en la pronta detección del virus.

A través de sus profesores investigadores a tiempo completo, la UPC también está en el frente de la batalla contra el COVID-19 en el Perú. Con proyectos desarrollados por investigadores de las Facultades de Ciencias de la Salud, de Ingeniería, de Comunicaciones, de Arquitectura y de Ciencias Humanas, en cooperación con otras universidades, empresas e instancias estatales, su destacada labor se hace crucial para encontrar soluciones que devuelvan el bienestar y la seguridad a la población ante esta pandemia. Conoce más de su trabajo y los proyectos en este enlace. 

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