En el documento The Future of Jobs Report (2020), se hace alusión a que la recesión mundial generada por la Covid-19, ha creado perspectivas muy inciertas para el mercado laboral y ha acelerado la llegada del futuro del trabajo, según dicho estudio se espera que el ritmo de la adopción de las tecnologías disruptivas como: el cloud computing, big data, ecommerce, encriptación, inteligencia artificial, entre otros, se incremente dentro de las empresas. En adición a ello, el mismo informe, resalta que el 43% de las empresas encuestadas indican que se encuentran listas para reducir su fuerza laboral debido a la introducción de nuevas tecnologías, el 41% planea tercerizar sus servicios con contratistas, y el 34% planea expandir su fuerza laboral debido a la integración de la tecnología.
Debemos recordar que dicho empuje se debe en gran parte a empresas tecnológicas estadounidenses aquellas las denominadas la GAFAM acrónimo que refiere a: Google, Amazon, Facebook, Apple y Microsoft, líderes en tecnología, y que desde hace varios años vienen especializándose en distintos ámbitos del software y hardware (Statista, 2019). Por lo tanto, se puede decir, que son justo estás tecnologías disruptivas las que están fracturando los modelos de negocios tradicionales, y modificando las tareas y habilidades de los trabajadores al día de hoy, uno de estos ejemplos es el mencionado por PeruRetail (2021) indicando que la empresa Amazon fresh, es el primer supermercado automatizado que no cuenta con cajeros y además no se requiere formar colas.
Por su parte, la Organización Internacional del Trabajo (OIT, 2019), indica que se abrirán también nuevas oportunidades emergentes siendo una de ellas la “gig economy”, denominada la economía de trabajos esporádicos en plataformas, trayendo un nuevo estándar a las empresas, ya que los trabajadores en el futuro tendrán varios empleos a corto plazo o contratos con varios empleadores, en lugar de una relación laboral tradicional donde prima la seguridad y la estabilidad. La OIT ha encontrado que los trabajadores bajo esta modalidad ganan menos que un salario inferior al salario mínimo; por lo que mencionan, que la inseguridad que experimentarán estos trabajadores es preocupante, así como sus condiciones de trabajo.
Por todo lo expuesto anteriormente, las universidades del futuro, deberán ser ágiles a fin de predecir y realizar modificaciones a sus propuestas educativas, ya que deberán adaptarse a los cambios disruptivos que experimentarán las diferentes industrias y por ende las nuevas demandas laborales. Las carreras deberán ser mucho más cortas, flexibles y personalizables, pues muchas de las carreras actuales que se están enseñando hoy en las universidades están siendo amenazadas con desaparecer o se están reduciendo.
Ya lo había mencionado Jhon Pugliano (2017) en su libro The Robots are coming: A Human`s Survival Guide to Profiting in the Age of Automation, cuando indica que actividades como las que realizan los abogados, médicos generales, contadores, arquitectos, policías, detectives, entre otros; cuyas tareas requieren menor nivel de especialización, son de tipo operativas y manuales, serán automatizados y por lo tanto, se verá una disminución en estos campos laborales. En alusión a ello, algo complementario sostiene Klaus Schwab (2016) indicando que por ejemplo un biólogo ahora deberá ser programador y saber de estadística si es que quiere explotar el potencial de la ciencia genómica, es decir, no bastará con tener una sola especialidad sino con varias y dependerá de cuáles son las necesidades del mercado laboral.
Pues hoy contamos con un gran aliado para paliar estos problemas, y lo encontramos en el uso cada vez más del análisis de los datos, el empleo de la ciencia de los datos en la gestión de universitaria, permitirá obtener insights que permitan empoderar a los involucrados en el proceso educativo como: estudiantes, profesores, y administradores de los diversos servicios educativos, lo que conllevará a una mejor toma de decisiones. Actualmente las universidades cuentan con grandes volúmenes de información, dicha información sirve para que los responsables de los programas académicos por ejemplo se encarguen de definir estrategias a seguir en beneficio de los estudiantes universitarios. Pero que sucede hoy, ante los cambios inciertos y ante el entorno VUCA acrónimo que significa: volátil, incierto, complejo y ambiguo, por el que estamos pasando, lo más probable es que esto no sea suficiente. Las universidades no sólo deberán trabajar en retener, apoyar, medir el desempeño de los estudiantes, o atender temas administrativos relacionados a matriculas, notas u otros, sino que deberán de ir más allá, como brindar información sustancial a los principales tomadores de decisión que deben ser los mismos estudiantes, ya que son ellos los que desearán realizar cambios y modificaciones en el corto plazo en sus respectivas carreras, debido a que son ellos los más interesados en el desarrollo de su trayectoria académica, de esta forma se podrá generar valor para el estudiante, si se les puede dar mayor información sobre el mercado, las tendencias, los cambios en el entorno y las necesidades que requiere el mercado. Eso implica que la universidad como la conocemos cambie su rol y se vuelva mucho más proactiva con la finalidad de adelantarse a los cambios constantes del entorno en el que nos encontramos y todo de la mano con la información que se puedan generar.
En suma, si bien el futuro no será fácil de predecir, la ciencia de los datos nos puede apoyar para hacer prospectiva e imaginar el futuro cercano. La pandemia nos obligó a realizar cambios radicales en tecnologías, metodologías, y formatos para educar en el hoy, dependerá de cada universidad adaptar, aprender, reaprender, implementar y seguir elevando el nivel tecnológico en toda la organización, de tal manera que vaya de la mano con la obtención de información que permita generar mayor valor a todos los stakeholders, pero sobre todo a los estudiantes.
Por lo tanto, tendremos que transformar una “idea vieja” en que las universidades son los dueños de los datos, y por ello, tendrán que compartir mucho más la información que están produciendo con los propios estudiantes para su propio bien. Si las propias instituciones educativas no logran hacerlo vendrán los competidores potenciales ejemplo la GAFAM, que provienen de otras industrias para quebrar este modelo de negocio tradicional y apropiarse de esta, pues son estos los que dominan las tecnologías, las tendencias del futuro y entienden muy bien de las preferencias de los consumidores. ¿Estaremos dispuestos a realizar los cambios necesarios que nos permitan ser más competitivos en esta industria que está siendo transformada por la cuarta revolución industrial?
Referencias
Jhon, P (2017). The Robots are coming: A Human`s Survival Guide to Profiting in the Age of Automation. Editorial: Ulysses Press.
Klaus, S (2016). La cuarta revolución industrial. Editorial: Foro Económico Mundial.
Organización Internacional del Trabajo (OIT) (2019). El futuro del trabajo. Obtenido de: https://www.ilo.org/100/es/story/future/
Perú Retail (2019). Amazon abre su tienda automatizada más grande de Estados Unidos. Obtenido de: https://www.peru-retail.com/amazon-fresh-abre-su-tienda-automatizada-mas-grande-de-estados-unidos/
Statista (2019). GAFAM: Gigantes tecnológicos de EEUU (Google, Apple, Facebook, Amazon, y Microsoft).Obtenido de: https://www.statista.com/chart/20285/market-capitalization-of-google-apple-facebook-amazon-and-microsoft/
World Economic Forum (2020). The Future of Jobs Report. Obtenido de: https://es.weforum.org/reports/the-future-of-jobs-report-2020
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