Según el último reporte de Globocan, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, solo en el 2018 se han presentado más de 3.500 nuevos casos de cáncer de linfoma en nuestro país.
Esta enfermedad se origina en los ganglios que conforman el sistema linfático. Dicho sistema está compuesto por un conjunto de vasos, separados de venas y arterias, que comunica a los tejidos con los ganglios y que forman una red de defensa del cuerpo.
En los pacientes que padecen este mal se pueden presentar síntomas tales como fiebres sin origen conocido y de larga duración, malestar general, decaimiento, o inflamación en los ganglios del cuello, las ingles o las axilas, algunas veces acompañadas con dolor abdominal. Lo más importante es consultar a su médico frente a la presencia de bultos mayores de un centímetro en zonas relacionadas a los ganglios o si es que se presentan estos síntomas por más de una o dos semanas. Se debe tener especial atención a estas señales, a fin de poder acudir a un médico de manera oportuna.
En la actualidad existen dos tipos de linfoma: Hodgkin y No Hodgkin. La enfermedad del Linforma de Hodgkin afecta a personas de cualquier edad, principalmente en países en vías de desarrollo como el Perú. Se presenta una mayor incidencia en niños menores de 10 años, adolescentes y adultos jóvenes. Muchas veces está asociada a infecciones por un virus llamado Epstein Barr. Por otro lado, la enfermedad del Linfoma No Hodgkin también se presenta a cualquier edad; sin embargo, se observa un progreso más acelerado en niños y adolescentes, a diferencia de lo que ocurre en adultos, donde el curso es más lento con periodos de aparente cura y reactivaciones a pesar del tratamiento. Cabe destacar que ambos tipos de cáncer se pueden combatir mediante el uso de quimioterapia y radioterapia, así como con la aplicación de otros agentes terapéuticos específicos. Será el especialista quien decida la mejor alternativa de tratamiento para que tenga la menor cantidad de efectos adversos posibles según la edad y género del paciente.
Para descartar muchas veces un linfoma es necesario realizar exámenes como una radiografía de tórax o algún estudio de abdomen, que pueden reconocer a la enfermedad para así poder llegar al tratamiento apropiado. En nuestro país existen excelentes médicos oncólogos y centros especializados en los hospitales del Ministerio de Salud y el Seguro Social que pueden lograr combatir este cáncer.
*Artículo publicado en el Diario Publimetro en la sección Vida Sana, 10 de setiembre de 2019.
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