Una de las principales tendencias que mostramos en mi blog a inicios de este año era el fortalecimiento de la experiencia de aprendizaje a través de herramientas tecnológicas como la Realidad Virtual (RV), la cual crea entornos que simulan la realidad, y producen una interacción inmersiva con los usuarios. Las empresas la utilizan con éxito en sus estrategias de prospección, activaciones, capacitaciones, etc. pues, tiene un componente lúdico que lo hace bastante atractivo y entretenido para los usuarios.
Posiblemente, una de las mejores aplicaciones de realidad virtual es utilizarla para probar un producto. En el rubro de autos, Volvo Test Drive, por ejemplo, incluye paisajes de 360 grados, lo que permite a los potenciales clientes asociar los términos “aventura” y “Volvo” como posicionamiento en sus mentes.
Cuando hablamos del desarrollo de las EdTech, las perspectivas de utilizar la Realidad Virtual en la educación son enormes y las predicciones de los expertos también son bastante optimistas. Es más, podemos asegurar que la pandemia ha acelerado significativamente el desarrollo y la adaptación de tecnologías en el proceso educativo. Un informe publicado en noviembre por la consultora IDC estimó que el gasto en realidad virtual durante 2020 alcanzaría los US$18.800 millones, un 78% más que en 2019.
La RV tiene una gran capacidad de estimular los trabajos y las experiencias de aprendizaje en un entorno educativo. El año pasado, cuando el Gobierno decretó el estado de emergencia, y muchas universidades se vieron forzadas a adaptar sus cursos a un formato virtual, nosotros, que ya veníamos desarrollando la transformación digital desde hace diez años, aprovechamos la oportunidad para ejecutar la Realidad Virtual en nuestros cursos. Por ejemplo, en la carrera de Arquitectura, los alumnos, desde la comodidad de sus casas, participaron en visitas guiadas a museos y al Centro Histórico de Lima, gracias a la aplicación de RV en dichos programas. En otras carreras como Medicina e Ingeniería, se utiliza para el entrenamiento de los estudiantes en cirugías, diseño y construcción de edificaciones.
Imagínense que un estudiante de medicina, en medio del confinamiento, tuviera que llevar cursos prácticos sobre procedimientos quirúrgicos. Si el Gobierno tomara alguna medida de fuerza mayor que impidiera la presencialidad de los cursos prácticos, los estudiantes de la UPC no atrasarían su plan de estudios, gracias a estas herramientas tecnológicas. Al simular diversas situaciones en entornos controlados, los estudiantes tienen una oportunidad única de acumular “horas de vuelo” en perfeccionar sus habilidades profesionales de cara al futuro. La RV resuelve estos problemas ofreciendo a los estudiantes la oportunidad de equilibrar la teoría y la práctica de una manera segura y de bajo costo. En el siguiente video podrán ver cómo un país como Corea del Sur aplica la RV en el sector educativo: Clic aquí
Las emociones juegan un papel importante en el proceso de aprendizaje. Generalmente, nosotros aprendemos más cuando nos encontramos con situaciones que nos impactan y generan una impronta positiva en nuestro cerebro. La RV tiene esa capacidad de hacer foco en los pequeños detalles que ocasionan recuerdos y emociones positivas asociadas al estudio. Es una herramienta muy interesante para capturar la atención de una generación millennial que, prácticamente, usa las herramientas tecnológicas como una extensión de sí mismos.
Por el lado docente, estas tecnologías permiten la creación de aulas virtuales, de esta manera los profesores pueden proyectar sus clases a estos espacios. Por ejemplo, las conferencias de los principales profesores de Harvard y Yale pueden estar disponibles para cualquier estudiante que tenga gafas de RV y la app correspondiente en su teléfono móvil. Además, la capacidad de rentabilizar un curso de capacitación dentro de la RV es muy interesante para el modelo de generación de ingresos de las universidades.
Como hemos visto, las oportunidades para usarla en la educación no se limitan a algunos cursos o aplicaciones. Si realmente tenemos un espíritu innovador y mucha curiosidad por explorar diferentes alternativas, veremos la manera de aplicar la RV a cualquier área que sea de nuestro interés. El reto será tener la cultura de innovación adecuada que facilite la creación de estos entornos virtuales, desarrollar cursos de calidad con RV, invertir en el equipo necesario y realizar los cambios necesarios en el plan de estudios. Les aseguro que valdrá la pena intentarlo, y los estudiantes lo recordarán por el resto de sus vidas.
*Artículo publicado en el portal: https://marisolsuarez.com/, 30 de marzo de 2021.