• Skip to primary navigation
  • Skip to main content
  • Skip to primary sidebar
Enfoque UPC

Enfoque UPC

La plataforma de blogs de la UPC

search
  • Autores
  • Innovación & tendencias
  • Más temas
    • Arquitectura, arte & diseño
    • Comunicación & humanidades
    • Derecho, economía & negocios
    • Educación
    • Ingeniería, ciencia & tecnología
    • Salud & psicología

Las noticias tendenciosas en la investigación periodística

10 mayo, 2018 by Enfoque UPC Deja un comentario

A propósito del escándalo de Facebook y Cambridge Analytica, el profesor Carlos Neyra reflexiona sobre las fake news y su impacto en el ejercicio del periodismo.

Por: Carlos Neyra ([email protected])

Un hecho noticioso o un dato se convierten en el elemento disparador de una investigación periodística. En la mayoría de los casos los reporteros inician sus indagaciones consultando en Internet con el objeto de hallar mayores elementos que les permitan formular las hipótesis y los objetivos que seguirán en su línea de investigación.

La pregunta natural que surge es qué tan confiable es la información de Internet. Un caso suscitado en el otro lado del continente puede ayudarnos a reflexionar acerca de la confiabilidad y el uso de la data consultada.

Tras estallar el escándalo de Facebook y Cambridge Analytica (CA) se conoció que esta habría obtenido de la gigante estadounidense, de manera irregular, 87 millones de datos de usuarios registrados en esta red social. Los datos fueron sistematizados y agrupados tomando como referencia perfiles y con ellos se fabricaron noticias falsas o fake news que habrían sido utilizadas para manipular coyunturas electorales.

Luego de conocerse el escándalo del uso de las redes sociales en la política, los parlamentos de Estados Unidos y de Reino Unido abrieron una investigación a la intervención de CA en las elecciones de 2016. La hipótesis es que CA habría contribuido a cambiar la decisión del electorado estadounidense para llevar a Donald Trump a la Casa Blanca.

También se conoció que el FBI identificó una presunta vinculación del excandidato presidencial con expertos informáticos rusos, pesquisas que le costaron el cargo al exjefe de inteligencia James Comey en 2017.

Fue un grupo de reporteros de The Channel 4 News, quienes utilizando una cámara escondida y el método tradicional de investigación, revelaron el secreto mejor guardado de la compañía londinense. Haciéndose pasar como potenciales clientes interesados en contratar sus servicios, los periodistas concertaron una reunión con los ejecutivos de CA en un restaurante. Allí, afanados porque los supuestos clientes contrataran sus servicios, los representantes de CA les explicaron cómo hacían para manipular las campañas electorales y crear noticias falsas para cambiar tendencias en el electorado.

Perú no está ajeno a esta tendencia mundial y no necesita de una coyuntura electoral para identificar la presencia de noticias falsas. En la actual coyuntura política y judicial las redes sociales son un medio eficiente para filtrar información tendenciosa que luego forma parte de la agenda noticiosa. Esta data de origen desconocido se vuelve coyuntural, en muchos casos se convierte en tendencia y se hace de consulta frecuente, aunque luego puede transformarse en una espada de Damocles.

Entonces surgen otras interrogantes: ¿dónde está la responsabilidad de los editores que permiten a los medios la publicación de notas tendenciosas de origen desconocido?, ¿Cambridge Analytica opera en el Perú?, ¿quiénes difunden las notas tendenciosas y con qué propósito?

Cuando se descubre que una historia en realidad ha sido una fake new, esas son algunas de las preguntas que flotan en el ambiente y, así fueran respondidas, por lo general el daño ya ha sido hecho y la ‘noticia’, aunque falsa, quedará en los archivos de Internet para ser consultada por cualquier usuario y seguirá circulando. El célebre lingüista Noam Chomsky identificó diez diferentes formas de manipular a través de los medios de comunicación y las resumió así: “Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en una amenaza grave”.

(Imagen tomada de https://www.americaeconomia.com/negocios-industrias/cambridge-analytica-sera-investigada-por-uso-indebido-de-datos-de-facebook-pesar)

Escoger mi fuente histórica: pequeña tarea periodística

3 mayo, 2018 by Enfoque UPC Deja un comentario

El profesor Fernando Armas escribe sobre la importancia de la documentación y de la consulta de fuentes históricas durante el trabajo periodístico.

Por: Fernando Armas Asin ([email protected])

Hace algunas semanas, durante la visita del Papa al Perú, en un canal televisivo se invitó como comentarista para una de las actividades de Francisco no a un historiador de las religiones sino a un historiador especializado en otras temáticas. Esta persona, amiga mía, me confesó que tuvo que dedicar horas a leer material que en su vida había visto para “quedar bien”. De igual manera una exalumna, que trabaja en un programa de televisión por cable, me escribió en el verano para una entrevista sobre las modas en Lima. Le recomendé al especialista en el tema.

Podemos seguir con los ejemplos, pero es suficiente para subrayar algo que a menudo ocurre en la tarea investigativa que los productores o redactores de programas televisivos o radiales realizan: el poco interés por una metodología de uso de fuente adecuada, normalmente enseñada en la universidad. Porque lo que salta a la vista en los ejemplos mencionados es la falta de perspicacia para darse cuenta de que en estos casos la disciplina de la historia es amplia y hay especialistas en religiones, vestuarios, historia económica y una infinidad de posibilidades. Por ser historiador no lo sabes todo. Esto mismo es válido en el campo médico, de las ingenierías, etc. Recuérdese por qué se acude a los historiadores como fuente.

En la base está la pereza para realizar una investigación exhaustiva. En los casos reseñados, llamar a un profesional de ese campo, confiable, y preguntarle a quien recomendaría para tal o cual tema, debe ser la regla básica. Pero muchas veces esta es ignorada. Además, en el mundo de hoy, donde todo es visibilizado, los profesionales más resaltantes en sus respectivas temáticas aparecen por doquier en la internet. Videos, artículos, blogs, y una infinidad de posibilidades hablan de cada uno de ellos. De modo que solo hay que dedicarse unos minutos para poder enterarnos de la fuente más adecuada en nuestra tarea. Siempre es bueno recordar la importancia del periodismo de bases de datos y la importancia del uso de fuentes de internet que realizan los periodistas.

¿Pero a qué nos conduce este descuido investigativo? Finalmente, a algo más tangible, concreto y visible para todos: una nota periodística, un reporte o lo que fuera, deleznable. Tal vez si no tenemos la pericia para salvar el producto con otros recursos básicos, el resultado será el de los típicos lugares comunes, redundancias o superficialidades.

Por lo tanto, la lección es obvia y concreta: realizar bien la labor investigativa, hacer bien tu indagación. El resultado será un trabajo seguramente bueno.

Extra: para los desprevenidos, el libro de Antonio Malalana Ureña nos ayuda a reflexionar sobre la estrecha relación entre periodistas e historiadores unidos en la tarea investigativa.

(Imagen tomada de https://www.1stdibs.com/)

En las redes de la Confianza

26 abril, 2018 by Enfoque UPC Deja un comentario

Úrsula Freundt-Thurne, decana de la Facultad de Comunicaciones, disecciona el concepto de la Confianza (en mayúsculas).

Por: Úrsula Freundt-Thurne ([email protected])

La reciente fotografía tomada por la agencia española EFE y publicada por el diario peruano El Comercio del 11 de abril de 2018, en la que aparece Mark Zuckerberg, fundador y director ejecutivo de Facebook, rodeado por más de 20 fotógrafos y periodistas ante la Comisión del Senado norteamericano, evidenció que conseguir el “clic” de su verdad se convertiría en la versión visual, parafraseando a Covey (2010), del factor Confianza.

(Foto tomada de EFE, publicada en la edición impresa del diario El Comercio el 11 de abril de 2018. Mundo, p. 20. En http://elcomercio.peruquiosco.pe/m/a/20180411/20 )

Y es que no era para menos. Facebook, la red social más importante del mundo, había cometido el tremendo error de compartir el uso de datos privados de usuarios que habían confiado en su red. Incluso más: muchos de sus datos habían sido utilizados por la consultora política británica Cambridge Analytica con fines de propaganda electoral, lo que convertía el problema inicial en un escándalo de largo aliento.

Sin embargo, privilegiar el recuerdo de este infeliz comportamiento por sobre acciones concretas podría alejarnos de aprovechar una oportunidad de mejora. Es por eso que, a partir de estos hallazgos, son varias las preguntas que, junto a Knowledge@Wharton, por ejemplo, nos hemos formulado: ¿qué puede hacer Facebook para reconstruir/recobrar su Confianza?, ¿es posible recuperar la Confianza?, ¿cuáles son los elementos que componen una variable intangible tan importante como compleja?, ¿cómo se mide finamente la Confianza?

En el Perú, algunos medios de comunicación nos enfrentan a coloridas infografías acompañadas de reveladores porcentajes en los que leemos: “En general, ¿diría usted que confía o no en las siguientes instituciones?”. Las posibilidades de respuesta son escasas: más – menos; sí o no. Pero, ¿qué hay detrás de un «sí» o de un «no»? ¿Cuáles son las variables que ayudan a que una persona “confíe o no” en determinada institución, por ejemplo? Todo parece indicar que el tema es mucho más complejo de lo que parece.

Por ello, si realmente deseamos darle respuesta a la legítima preocupación sobre si es factible que una institución como Facebook, por ejemplo, recupere/recobre la Confianza, es necesario que identifiquemos con claridad, primero, de qué está compuesta la Confianza, cuáles son los ítems que la conforman y de qué clusters mayores forman parte dichas variables de la Confianza.

No se trata, entonces, de un valor intangible que responde a un simple “sí» o a un «no”. Es indispensable comprobar la unidimensionalidad del constructo, así como determinar la validez y confiabilidad del instrumento que medirá la Confianza. Confundir Confianza con Credibilidad implica desconocer, por ejemplo, que la credibilidad es solo uno de los elementos de la Confianza. Ya lo explicitaba Khodyakov (2007) cuando mencionaba que existían claros desacuerdos entre los estudiosos con respecto a la definición, características, naturaleza y uso del concepto Confianza.

En el Perú, por ejemplo, muchas instituciones (medios de comunicación), si bien reconocen la importancia del factor Confianza, también reconocen que se trata de un activo que se aborda, principalmente, con el objetivo de comprender su impacto sobre la lectoría y la venta de ejemplares. Ese acercamiento desencadena la percepción de que estos son dos de sus atributos más importantes, descuidándose el valioso aporte individual –y en su interrelación– de conductores como la relación con el público, el profesionalismo, la verificación, la seguridad, la defensa de la información, la labor social, el saber hacer, la reputación, el carácter, la realidad, la independencia, la credibilidad, la transparencia, la integridad, la calidad, el diálogo, la libertad y la normatividad, por citar 18 de más de 20 ítems consultados a periodistas y comunicadores peruanos quienes valoraron la organización de los atributos y clusters de la propuesta.

Como se puede apreciar, el ecosistema de la Confianza es rico y complejo y no es factible ni justo, reducirlo a un «sí» o a un «no». Analizar la Confianza en instituciones, por ejemplo, obliga a construir un instrumento de medición ad hoc que responda a hipótesis, así como a la comprobación de las mismas. Nos referimos a pruebas de validez de contenido (prueba binomial) y a validez de constructo (análisis de componentes principales) (Nunnaly, 1991); a pruebas de confiabilidad/ consistencia interna (Alfa de Cronbach) (Nunnaly 1991); a la determinación si la distribución de los datos es normal (test de Kolmogorov- Smirnov); así como a la prueba “U” de Mann-Whitney para analizar diferencias entre dos grupos de comparación (Siegel y Castellan 1995). A la fecha, de la #ExperienciaFacebook se han desencadenado una serie de comportamientos concretos: guías para abandonar la red social tal como lo publicó el diario El Mundo y el diario La Nación, campañas a favor y en contra de #DeleteFacebook como lo narra el New York Times aquí y aquí, interesantes discusiones académicas como las que se pueden leer aquí y aquí, así como el interés de buscar y cursar materias online (MOOC) ofrecidas por entidades de reconocida trayectoria. Tal es el caso del curso Trust and verification in an age of misinformation.

No cabe duda que, como reconoce Peter Drucker (1999,2005), “las organizaciones ya no se fundamentan en el poder, sino en la confianza”. Por ello, este es el momento de acercarse a la Confianza preocupándose por conocer cada uno de los atributos que la conforman. Solo así será posible trabajar conscientemente en los atributos momentáneamente más débiles, reconociendo –paralelamente– que la mejora en uno de ellos repercutirá directamente en ese valor integral que, según Covey (2010), “lo cambia todo”.

(Imagen tomada de http://knowledge.wharton.upenn.edu/article/can-facebook-regain-publics-trust/?utm_source=kw_newsletter&utm_medium=email&utm_campaign=2018-04-03)

Solas

19 abril, 2018 by Enfoque UPC Deja un comentario

A propósito de las iniciativas que defienden la dignidad de las mujeres frente a los casos de acoso y abuso sexual, la profesora Natalia Tarnawiecki reflexiona sobre la importancia de generar un diálogo abierto y sincero sobre estos temas.

Por: Natalia Tarnawiecki ([email protected])

En un baño de mujeres de un concurrido centro comercial de Lima hay un anuncio pegado en la puerta: “Si eres mujer y visitas este lugar, puedes estar entre los cientos de víctimas de abuso sexual. No estás Sola. Si necesitas asistencia anda al módulo de ayuda ubicado en el Food Court”.

Visibilizar el problema, reforzar redes de ayuda, empoderar a las víctimas, hablar y denunciar parece ser la ruta para comenzar a resolver el problema del acoso y abuso sexual. Como sociedad recién estamos despertando y reaccionando a la gravedad y urgencia de este tema y cada vez son más los que se animan a señalar a los agresores. Este es el momento en el cual nos encontramos tanto en el Perú como en otros lugares del mundo, un momento en el que debemos decirles a las víctimas que no están solas y que nadie, ni el Estado ni las instituciones, deben mantenerse al margen ni tolerar más abusos.

Desde que en octubre de 2017 se difundieran en las redes sociales las palabras #MeToo o #YoTambién se dispararon las cifras de testimonios y denuncias de casos de abuso y acoso sexual en el mundo entero, sobre todo en el ámbito laboral. El tema se visibilizó aún más en los medios tras las denuncias públicas en contra de un reconocido productor de Hollywood. Directores de cine, doctores, jefes y colegas se sumaban a padres, tíos y enamorados: todos jugando el mismo rol de abusador. Abuso de poder y de relaciones de confianza.

En Perú, movimientos como Ni Una Menos ya han marcado un camino hacia una cultura de la prevención y la denuncia, a reclamar la dignidad y el respeto, a intentar detener el monstruo.  En agosto del año pasado, la segunda marcha de este colectivo llevó como título: Las cosas no han cambiado. Pues ya es hora de que cambien. Tenemos una oportunidad de lograrlo.

Por un lado, la sociedad civil y la prensa continúan resaltando el tema. En España, un colectivo llamado Caja de Pandora lucha por la igualdad de condiciones y de respeto y contra los abusos en el ámbito laboral. Este enero han salido a manifestarse para que las cosas no permanezcan iguales. En su más reciente columna publicada en el diario británico The Guardian, Mariella Frostrup cuestiona: ¿cómo nos defendemos de los abusos? ¿Cómo denunciamos? ¿Cuáles son los límites de lo apropiado y de lo que no lo es?

Mientras tanto, los titulares continúan: en Perú una niña es violada y otra da a luz a los 9 años producto de un abuso; en Estados Unidos un doctor es sentenciado a más de 100 años por abusar sistemáticamente de gimnastas y unos padres encerraban y maltrataban a sus hijos. Duele leer sobre estas historias, pero hay que hacerlo. El Estado, las instituciones y la sociedad tienen que hacer más para prevenir y proteger a las víctimas.

En la prevención y en la educación tenemos grandes aliados para lograr un cambio. Exponer conductas inapropiadas, penas más severas contra agresores, hablar más abiertamente de lo correcto e incorrecto, de lo que no debemos tolerar. Hablemos más de sexo, de educación sexual, de educación de género, del respeto que todo ser humano merece. Hablemos de derechos y deberes fundamentales. Nadie está solo si la sociedad lo defiende y respalda. Tocan a una, tocan a todos.

(Imagen tomada de http://www.psicotorres.es/blog/stop-a-la-violencia-de-genero/)

El periodismo en la sociedad

12 abril, 2018 by Enfoque UPC Deja un comentario

Hago una reflexión sobre el ejercicio periodístico y su impacto en la sociedad, mencionando además algunos ejemplos de iniciativas digitales que trascienden el comentario superficial y brindan una investigación más profunda de los hechos.

Por: Martín Higueras ([email protected])

¿Cuál es el periodismo que realmente necesita una sociedad? Nuestra vida transcurre junto a la realidad que nos rodea y esta realidad se refleja a través de los medios de comunicación que, ojo, no son necesariamente de contenido periodístico.

Una de las características de los periodistas es que estamos constantemente pensando en clave informativa y eso, lejos de ser una desventaja –algunos creerían que se transforma en una obsesión– solo nos recuerda en cada momento el papel fundamental que juega esta profesión en una sociedad libre y democrática como la peruana.

El hecho es el siguiente: ¿los periodistas conscientes del efecto que podemos provocar y de la responsabilidad que rodea nuestra profesión? Tal vez la pregunta sería injusta si no recordáramos los cambios que ha experimentado la profesión. Ahora, con la omnipresencia de las redes sociales, los periodistas están más presentes como influencers que como informadores, lo que resulta a la larga un enorme problema.

No hace falta sino darse una vuelta por el Twitter y buscar la actividad de los periodistas más conocidos para la opinión pública y los que más seguidores tienen. Además de dar informaciones, que lo hacen, también se convierten en líderes de opinión que, alejados de sus columnas en páginas impresas o digitales, participan en el acontecer diario del país. Su éxito –o tal vez debería escribir «éxito»– no se mide, en estos casos, por el nivel argumentativo de sus opiniones, sino por los retuits o por los comentarios que aprueban su posición. ¿Sólo eso? Para nada. Su presencia en las redes sociales también destaca por los enfrentamientos que «logra» con sus seguidores o, mejor dicho, sus detractores quienes, como leones frente a su presa, buscan el menor error para lanzarse a su cuello.

Para ser sincero, esto último sólo generaliza la situación. Afortunadamente tenemos buen periodismo en Perú y, si me permiten, incluso muy bueno. Lo notamos cuando comprobamos el buen nivel de investigación de algún reportaje en los programas dominicales, o en la esperanzadora ola de periodistas investigadores quienes, seguramente cansados por la poca importancia que le dan los medios tradicionales al periodismo de largo aliento, han preferido migrar hacia plataformas digitales que, más allá de limitarlos, les abre un abanico de posibilidades para desarrollar el periodismo de investigación con novedosos lenguajes periodísticos. Ejemplos claros son las experiencias de Convoca y Ojo Público, dos propuestas muy interesantes.

Prueba de esto último es lo que ha estado ocurriendo en torno al caso Odebrecht, lo que no sólo ha provocado un sismo a nivel político, económico y social, sino también ha representado un reto inmenso para los profesionales de la información por la enorme cantidad de información. Es justamente en Internet donde más y mejor se están destacando, poniendo a prueba la nueva corriente del periodismo de datos. Esto lo vemos en Convoca con una buena cantidad de piezas periodísticas.

Sin exagerar, se trata de una bocanada de esperanza para los que nos dedicamos a esto y para los que vemos a jóvenes estudiantes en la carrera de Comunicación y Periodismo con ganas de destacar con argumentos serios y periodísticos.

Es entonces que podemos afirmar, sin miedo a equivocarnos, que el periodismo, bien entendido y bien ejercido, forma parte esencial de una sociedad, toda vez que informa y explica lo que ocurre a nuestro alrededor, con una enorme responsabilidad al ejercer control frente a los que nos gobiernan y a las instituciones.

Finalmente, nuestros amigos Kovach y Rosenstiel tenían razón: «los periodistas deben ejercer un control independiente del poder«.

(Imagen tomada de http://elucabista.com/2017/03/17/elabora-una-investigacion-periodistica-que-marque-un-hito-social/)

The Post: el coraje no se compra

5 abril, 2018 by Enfoque UPC Deja un comentario

A propósito del estreno de la película The Post, último trabajo de Steven Spielberg, reflexiono acerca del ejercicio periodístico valiente y entregado, que hace frente a las adversidades y cumple con su papel informativo.

Por: Manuel Eráusquin ([email protected])

Pensar dónde estamos parados los periodistas en estos tiempos es una interrogante no solo válida, sino también urgente. El inquietarse y discutir la dirección que va a tomar nuestro trabajo expresa las ganas de sacudirse cierto tipo de modorra y confusión. A partir de esa sensación se procura hallar mayor claridad, pero en ese trance, emerge la nostalgia: ella nos avasalla con recuerdos idealizados y expone arbitrariamente que aquellas épocas fueron las mejores. La trampa está servida.

Esas dudas nos zarandean el juicio y perdemos determinación. Y ahí, las ganas no son suficientes: la claridad de ideas traza el camino a seguir sin contramarchas. Pero claro, la vida periodística nunca ha sido sencilla. Siempre se ha necesitado remar mucho a contracorriente para poner en una primera plana una verdad, una que va a incomodar al poder de turno. Una historia de siempre; una lucha de toda la vida.

Por eso cuando se estrenó en el Perú hace un par de meses The Post: los oscuros secretos del Pentágono (2017), la última película de Steven Spielberg, y escuché los encendidos comentarios de amigos y colegas sobre el temple de los periodistas del Washington Post y The New York Times, sobrevino un leve desasosiego y dispuse de la catarsis para combatirlo. Afortunadamente alguien escuchaba y opinaba. Eso fue determinante.

La conversación apuntó desde el arranque a las figuras de Kay Graham, la dueña del Washington Post y a Ben Bradlee, el director del diario. Un tándem que merece el reconocimiento y admiración. Imposible negarlo: frenaron el avance inescrupuloso de la administración de Nixon. Un poder dispuesto a neutralizar con malas artes a cualquier contendor. No olvidar el Watergate.

Pero en ese diálogo se entendió bien acerca de un peligro: la idealización que siempre asoma, sobre todo cuando la confusión nos acosa, porque pretendemos creer que aquellos periodistas de otras épocas han tenido condiciones más favorables para oponerse a los poderes políticos y económicos: dueños más comprometidos con la verdad, directores con mayor convicción y una sociedad más afín y conectada con el quehacer periodístico. Puras justificaciones.

El problema es que esas justificaciones distraen e impiden que nos miremos a nosotros y tengamos un diagnóstico honesto sobre el papel que estamos teniendo como periodistas hoy en día: el Washington Post de los setenta, el diario de propiedad de la dama Graham que decidió publicar sobre los documentos que daban cuenta de cómo Truman, Eisenhower, Kennedy y Johnson habían mentido sobre el supuesto éxito que iban a tener en la guerra en Vietnam, vivía horas de incertidumbre financiera. Es decir, ella, fácil no la tuvo. Tampoco su director que podía ir preso también por publicar documentos secretos.

En este tipo de ejemplos, de historias, nos inflamamos de emoción todos quienes nos dedicamos al periodismo: quizás la razón se conecta a que nos sentimos un poco perdidos, que los referentes que respetábamos ya no están y los que están no tienen ni el liderazgo ni el coraje de invitar a una redacción a la rebeldía. Esa rebeldía que impulsa a salir a la calle a buscar noticias, no a quedarse sentado en la redacción y buscar en los noticieros la novedad del día. Esa rebeldía contra lo incorrecto, la que nos recuerda que nuestro deber es con la comunidad, que a partir de allí tomamos nuestras decisiones. Eso es lo que se extraña.

Y claro, se extraña a una Doris Gibson que se plantaba con absoluta tranquilidad y jerarquía frente a un insolente soldado en los tiempos de la dictadura velasquista, a su hijo Enrique Zileri que combatió el asedio del fujimontesinismo al publicar en su medio investigaciones que revelaban lo podrido que era ese régimen.

En ese recuerdo también se añoran las columnas directas, mordaces, pero con clase de Manuel d’Ornellas en el diario Expreso en los años ochenta y noventa. O también la creatividad para las portadas de Guillermo Thorndike en los tabloides: un periodista intuitivo, también escritor; aunque controversial por las decisiones periodísticas que asumía.

De esa vieja guardia que parece haberse extinguido hay dos periodistas vigentes: César Hildebrandt y Gustavo Gorriti. Ambos cultos y provistos de una pluma certera para dar en el blanco de la información y de la opinión. Eso se agradece en tiempos del caso Lava Jato.

Pero al margen de dudas y desencantos, los desafíos periodísticos de nuestra propia época existen y urge abordarlos. Buenos ejemplos hay en esta profesión: recordemos a nuestras viejas glorias. Aunque eso no es suficiente: cada uno tendrá que asumir el riesgo o no de contar la verdad que le toque afrontar. Esa es la realidad; lo demás es verso.

(Imagen tomada de https://www.linkedin.com/pulse/why-katharine-graham-american-hero-my-career-role-model-patrick/)

  • Go to page 1
  • Go to page 2
  • Go to Next Page »

Primary Sidebar

Autores

avatar for Alejandro Hernán Seminario CamposAlejandro Hernán Seminario Campos

Coordinador del Taller de Técnica...

avatar for Carlos AdrianzénCarlos Adrianzén

Decano de la Facultad de Economía y Dire...

avatar for Carlos LettsCarlos Letts

Director Académico de la carrer...

avatar for Claudia SícoliClaudia Sícoli

PhD, Directora Académica de la car...

avatar for Comunicaciones UPCComunicaciones UPC
Ver más autores

wasc
Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas is accredited by the WASC Senior College and University Commission (WSCUC), 985 Atlantic Avenue, Suite 100, Alameda, CA 94501, 510.748.9001
Logo UPC